Un día jugabamos al fúlbo en un "campito" (potrero) detrás de un cementerio. Sí, un cementerio. Y cuando digo “un día”, me refiero a que jugabamos todos los días. Pero ese día había un olor especial, y no era el típico olor de un cementerio :p. Un ambiente raro. Era la siesta, nuestro habitual horario de jugar…los días de semana, claro.
La historia es que habitualmente la pelota se iba dentro del cementerio (que estaba en refacción por aquellos años) o a la casa de un vecino…o golpeaba la puerta de una vieja insoportable que vivía frente al "campito". Pero ése día, la pelota no pasó ni remotamente cerca de su casa.
Y ésa tarde, cayó la policía. Sí, lo’ rati’, la yuta, lo’ cana’. Y nos tomaron los datos por…jugar a la pelota. Andá a saber que le habrá contado la persona que llamó por teléfono a la comisaría más cercana a su domicilio. Bueno, uno a uno fuimos dando nuestros datos (al pedo supongo, porque eramos menores la mayoría, yo debo haber tenido 15 o 16 años) y ni siquiera nos "pintaron los dedos", claro.
Con sólo decirles los sobrenombres de algunos, se van a dar centa de lo inocentes que éramos: “Tatita” y “El Oso”, Roberto "Tito Ciliberto”, David “culito crespo”, “ventilador” Rossi, Claudio “Cabeza e’ plato e’ fideo’”, Ezequiel “rana René”, y varios más que ni me acuerdo.
Cuando llegó el momento de “Tatita”, no quiso dar su nombre.
-“No me acuerdo”
-“Cómo?”
-“Que no me acuerdo”
-”DECIME TU NOMBRE, CARAJO!!!!!”
-“Horacio Benito Guevara, señor. Guevara el apellido”
Tatita será analfabeto, pero boludo no es. Ah, tampoco sabía andar en bicicleta (!). Pero atajaba que era un gato (?).

Bonus track de esa tarde: cuando la cana se va, la vieja –era ella la que había llamado- sale afuera de su casa, y empieza a decirnos cosas como “no respetan a los muertos”, “yo los llamé, así no molestan a la siesta”. El Oso (hace falta que les diga porque le decían el Oso Guevara?), que era el de más edad –uno 20 en aquél momento-, con su habitual galantería rugbier, le respondió:
-"Vieja y la c*ncha de su madre, mejor se calla o me cruzo y le arranco la cabeza de un trompadononón…!"