Tenía 11 años. Tal vez 12. Empezaba a descubrir un gusto desmedido por el fútbol. Hasta los 10, no me interesaba. Estaba más ocupado coleccionando muñecos de He-Man y Playmobils, dibujando a Mazinger Z o jugando "a la guerra" con mis amigos.
Pero cuando descubrí el futbol, lo demás desapareció. Los Playmovils comenzaron a tener números en la espalda. He-Man se transformó en Maradona, o Matthaüss, o Francéscoli, o el que fuera.
Usualmente, eramos pocos chicos en el barrio. Jugabamos a los penales, o patear al arco, o al 25. No eramos tantos como para armar partidos "con los de la otra cuadra". Así que yo iba a jugar con mi hermano y sus amigos todos lo sábados. Él no quería llevarme. Y con razón: me lleva 9 años, con lo cual, tenía alrededor de 20 años cuando me llevaba. A esa edad, y no descubro nada acá, esa diferencia se nota y mucho. Igual, yo me la bancaba e iba a jugar igual.
Ese día, me calcé un remera naranja clarito que tenía, a la cual mi vieja le había zurcido un número 9 rojo. Para rematarla, agarré una lapicera azul Bic, común, y sobre el número, en los hombros, escribí bien grande "VAN BASTEN". Me preparé, me puse mi pantaloncito Adidas azul, mis medias blancas (salvo unas negras con las tres tiras naranja, siempre usé blancas) y me dispuse a ir a jugar, en el auto de uno de los amigos de mi hermano.
Llegamos al lugar, me bajo del auto pelota en mano -la cual seguramente me quedaba ridículamente grande para mi estatura de la época- y me pongo a hacer jueguitos, los pocos que podía hacer (que no sé si eran tan pocos, ya que hacía alrededor de 20 jueguitos con una pelota de tenis en el patio de casa. Inclusive los hacía con naranjas a la Diego).
Uno del equipo rival se empezó a reir, burlándose de mi camiseta: "-Eh, vos, Van Basten, tocala, a ver, Van Basten"-, lo que provocó la risa de los otros 20 que fueron a jugar, incluido mi hermano. Todos de su edad, tal vez un par de años menos, pero seguramente más grandes que yo.
Esa tarde ganamos. No recuerdo exactamente que ocurrió con mi camiseta de Holanda tuneada. Lo que sí recuerdo, vívidamente, es que ganamos 10 a 6.
Esa tarde, también, Van Basten metió 4 goles.-